Entender la diferencia entre frutos secos, deshidratados y desecados no es difícil, solamente hay que tener claro las definiciones. Una pista: importan el azúcar y las grasas.
La diferencia entre frutos secos, deshidratados y desecados es fácil d una vez que se conocen los diferentes métodos de preparación y las materias primas. Aunque muchas personas utilizan estos tres términos como sinónimos, podemos decir inmediatamente que no lo son, de hecho, para ser precisos, frutos deshidratados y frutos desecados indican el mismo grupo de alimentos, pero vamos a entender mejor por qué usamos estos nombres.
Frutos secos
Para aclarar la diferencia entre frutos secos, frutos desecados y deshidratados, es útil empezar por el primero. Fruta seca es un término que tendemos a utilizar de forma genérica para referirnos a alimentos como las nueces, las almendras, los pistachos o incluso los cacahuetes, que son legumbres, pero también a las pasas y a toda la fruta que está deshidratada. Y es aquí donde la diferencia se hace evidente: los frutos secos son técnicamente los únicos que tienen un alto contenido de ácidos grasos. Algunas personas estarían tentadas a hablar de semillas, pero esta no sería una definición correcta de todos modos.
Frutos deshidratados y desecados
Para entender definitivamente la diferencia entre frutos secos, frutos deshidratados y frutas desecadas, es de gran utilidad pensar que los dos últimos términos indican frutos que han sido sometidos a un proceso de deshidratación: hablamos de manzanas, frutillas, bananas, ciruelas y frutas confitadas, por ejemplo. A diferencia de los frutos secos, que son ricos en grasa, los frutos desecados o deshidratados son muy ricos en azúcar. En ambos son alimentos muy calóricos, que deben consumirse con moderación, especialmente en el contexto de una dieta baja en calorías.
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